En los últimos años, la diversidad y la inclusión han ganado protagonismo como temas centrales en el mundo corporativo cada vez más competitivo, impulsados por la conciencia sobre los efectos perjudiciales de la discriminación y el prejuicio, aunque aún enfrentan desafíos significativos.

Más allá de la importancia ética y de la justicia asociada a estos temas, estos pilares también mejoran la innovación, el rendimiento y la productividad de las empresas.

Desde el punto de vista del candidato, el salario ya no es el único factor que se considera al elegir un empleador. Aspectos como beneficios, flexibilidad, reconocimiento y cultura organizacional son cada vez más tenidos en cuenta. Más que una remuneración justa, la cultura organizacional también es un factor decisivo. Los candidatos buscan entornos laborales diversos e inclusivos, donde no exista discriminación basada en el género, etnia, orientación sexual u otros aspectos relacionados con su identidad.

Por este motivo, se vuelve esencial para las empresas crear estrategias de reclutamiento justas que promuevan a las personas en función de sus habilidades, sin barreras relacionadas con el género o decisiones personales, asegurando iguales oportunidades para todos.

Iniciativas clave para potenciar el proceso de reclutamiento

La evaluación continua de las políticas de contratación en las organizaciones es un paso fundamental para asegurar una mayor transparencia e igualdad en el proceso de reclutamiento y selección. Para ello, existe un conjunto de iniciativas que pueden ser implementadas por las empresas

En primer lugar, es necesario que las estrategias de reclutamiento sean inclusivas desde el principio, eliminando prejuicios en el proceso de selección y ampliando los canales de reclutamiento más allá de una única plataforma, ofreciendo una muestra más amplia de candidatos de diferentes orígenes y géneros.

También es importante adoptar un lenguaje inclusivo en la creación de descripciones de puestos, eliminando el lenguaje discriminatorio y enfocándose en las cualificaciones y competencias.

Asegurar que la empresa tenga políticas de trabajo flexibles o de trabajo remoto también promueve la inclusión, ya que ayuda a equilibrar el trabajo y la vida personal, atendiendo diferentes necesidades.

Mariana Ramos, Recruitment Operations Manager

Durante el proceso de entrevistas, es fundamental promover un panel compuesto por personas de diferentes antecedentes, experiencias, edades y géneros, para proporcionar a los candidatos una percepción clara de la cultura y los valores de la empresa.

Además, para que el proceso de contratación esté libre de prejuicios en todas sus fases, las empresas deben evaluar continuamente sus políticas de contratación para que estén alineadas con sus valores.

Este tipo de prácticas permite mejorar la representación de mujeres y grupos minoritarios en las empresas, que sigue siendo insuficiente, especialmente en puestos técnicos y de liderazgo.

Un entorno de trabajo diverso e inclusivo requiere un compromiso a largo plazo. Las empresas deben estar dispuestas a revisar y ajustar continuamente sus políticas, prácticas y culturas internas, desde la implementación de prácticas de contratación más justas hasta la creación de entornos donde estos temas sean verdaderamente valorados, para garantizar un crecimiento sostenible y equitativo en el futuro de la organización.