En este panorama global de hoy, donde la mayoría de los negocios operan principalmente en un entorno digital, es fundamental que considerar el impacto de nuestras prácticas en el medio ambiente y actuemos en consecuencia. Las organizaciones enfrentan múltiples desafíos y están bajo presión creciente para volverse más sostenibles. No es una tendencia; la sostenibilidad se ha convertido en una necesidad en todos los sectores y en un acelerador de la innovación, al transformar las expectativas de los consumidores e influir en la forma en que las empresas operan, adoptando prácticas digitales que sean financiera y ambientalmente sostenibles.
Pero… ¿qué es la sostenibilidad digital??
Al hablar de sostenibilidad digital, nos referimos al uso de herramientas y tecnologías digitales que promueven la sostenibilidad ambiental y apoyan operaciones empresariales más sostenibles.
Algunos ejemplos incluyen el uso de tecnologías de transformación digital, como el Internet de las Cosas (IoT), la Inteligencia Artificial (IA), el análisis de Big Data, entre otros, para reducir el impacto ambiental. Del mismo modo, el uso de herramientas digitales puede ayudar a rastrear y gestionar recursos de manera más eficiente, además de apoyar iniciativas de economía circular y fomentar la colaboración a lo largo de toda la cadena de valor.
¿Qué prácticas conducen a la Sostenibilidad Digital?
Una breve visión general:
FinOps:
Son un conjunto de prácticas que se centran en la optimización de los aspectos financieros en las operaciones de una organización, especialmente en la optimización de costes relacionados con los recursos de computación en la nube (Cloud). FinOps incluye la monitorización y gestión del uso de esos mismos recursos, así como la identificación de oportunidades de ahorro, mediante una asignación eficiente (sobre todo cuando existen necesidades de escalabilidad y agilidad en su uso). Estas prácticas fomentan la colaboración entre áreas financieras, equipos de desarrollo y operaciones, dada la necesidad de alineamiento entre las diferentes áreas y objetivos.
De esta manera, se combaten los llamados «silos» entre equipos y departamentos, a través de una colaboración transversal en las organizaciones, lo que permite acelerar la toma de decisiones y aumentar la eficiencia, promoviendo una mejora continua, ya que hablamos de procesos repetitivos con enfoque en la optimización.
GreenOps:
Se refiere a la implementación de prácticas ambientalmente sostenibles, como la reducción del consumo de energía, la minimización de la producción de residuos y la promoción de prácticas éticas y socialmente responsables que permitan reducir la huella de carbono.
La integración de estas dos prácticas, FinOps (en la computación en la nube) y GreenOps, permite a las organizaciones alinear sus operaciones con principios de sostenibilidad y eficiencia financiera. No se trata, por tanto, de una «moda» ni de una simple cuestión moral o de responsabilidad social, ya que adoptar políticas de sostenibilidad es, sobre todo, una necesidad estratégica para todas las empresas.
Algunos de los beneficios tangibles para las organizaciones son:
- Reducción de costes: estas prácticas sostenibles pueden llevar a ahorros mediante mejoras en la eficiencia energética, reducción del consumo de recursos y disminución de los gastos operativos.
- Compliance: el cumplimiento de regulaciones y normas establecidas por los organismos reguladores impulsa el uso de tecnologías para promover prácticas sostenibles.
- Estrategia de mercado: el compromiso con la sostenibilidad se alinea con los objetivos de responsabilidad social corporativa (RSC), mejorando la reputación de la empresa y atrayendo a clientes e inversores socialmente conscientes.
- Ventaja competitiva: las empresas que adoptan prácticas sostenibles pueden obtener una ventaja competitiva al atraer consumidores y socios con una mayor conciencia sobre las políticas ecológicas.
- Innovación y eficiencia: las iniciativas de sostenibilidad impulsan la innovación, llevando al desarrollo de tecnologías más eficientes en términos energéticos y a operaciones más simplificadas.
Son datos para reflexionar, pero, sobre todo, ¡para actuar!
Los beneficios son muchos, pero dar los primeros pasos exige un gran compromiso corporativo, pues la integración de estas prácticas requiere un cambio cultural y estructural, sin olvidar las inversiones necesarias. Este es un desafío que a menudo resulta difícil de superar en algunas organizaciones.
Veamos algunos sectores
- Transporte e industria, al beneficiarse de la práctica de GreenOps, obtienen ganancias, sobre todo, en el consumo de energía, así como en la optimización operativa en su cadena de distribución, reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero.
- En el sector financiero, la adopción de FinOps promueve una mayor transparencia financiera, optimiza la toma de decisiones, reduce los costes de manera general y mejora el alineamiento con las regulaciones financieras y de seguridad.
- En el área tecnológica, las empresas IT, que normalmente basan muchas de sus operaciones en recursos en la nube, obtienen considerables beneficios con la adopción de FinOps, optimizando tanto el aspecto financiero como la flexibilidad y agilidad en el uso de esos recursos.
La sostenibilidad digital es, por tanto, crucial en el mundo de hoy, y la integración de FinOps y GreenOps contribuye significativamente a este objetivo. Al adoptar estas prácticas, las empresas pueden lograr una mayor sostenibilidad financiera y ambiental, al mismo tiempo que reducen su huella de carbono, volviéndose no solo más competitivas, sino, sobre todo, más “verdes”.
A medida que avanzamos hacia el futuro, debemos priorizar la sostenibilidad digital y adoptar prácticas sostenibles en nuestras vidas, creando un mañana más sostenible y próspero para las generaciones venideras. Este debe ser un compromiso de todas las organizaciones y de la sociedad en su conjunto.
Artigo por Bruno Ferrão, Head of Managed Services & Nearshore.